Hoy me he escondido detrás de una puerta. Literalmente. No he encontrado un sitio mejor. Ha sido detrás de la puerta de los lavabos, porque era el único sitio donde creía poder pasar desapercibida. Un rato después el labavo estaba lleno de mujeres maravillosas que han conseguido arrancarme una sonrisa. Iban entrando una a una y descubrían mi escondite,también han descubierto a mi otro-yo, lo tenía bien guardado; pienso que no ha sido un error, porque en esos treinta minutos, en ese espacio de tiempo, he descubierto que ellas también tienen escondidos sus otros-yo, y hoy han salido a la luz uno tras otro.
Me he sentido otoño perpetuo frente a tu perenne primavera.
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