Wednesday, January 23, 2008

POST-MORTEM

Hi ha dies, hi ha certs dies, ja veus ara,
estic morint-me de tristesa, plore,
pense en tu i et voldria al meu costat:
ara sí que seríem ben feliços.

Tot t'ho perdone, vida meua, tot,
t'ho perdone, ho oblide, res de res, ara seria el teu amant sol.lícit,
tractaria d'entendre't, de comprendre't.

Que em note sol, que toque soledat,
que no puc més, recorde i et recorde,
recorde tot allò que no hem viscut.

Que estic morint-me, que vull viure, que
vull que tornes i prendre't una mà,
agafar-me a la vida, que m'acabe.

Vicent Andrés Estellés

Sunday, January 20, 2008

Le comenté:
-Me entusiasman tus ojos.
Y ella dijo:
-¿Te gustan solos o con rimel?
-Grandes, respondí sin dudar.
Y también sin dudar
me los dejó en un plato y se fue a tientas.
CARTA SIN DESPEDIDA
A veces -o mejor dicho:
casi nunca-, te odio tanto que te veo
distinta.
Ni en corazón ni en alma
te pareces a la que amaba sólo
hace un instante,
y hasta tu cuerpo cambia
y es más bello
-quizá por imposible y por lejano-.
Pero el odio también me
modifica a mí mismo,
y cuando quiero darme cuenta soy otro
que no odia, que ama
a esa desconocida cuyo nombre es el tuyo,
que lleva tu apellido,
y tiene,igual que tú, el cabello largo.
Cuando sonríes,
yo te reconozco,
identifico tu perfil primero,
y vuelvo a verte,
al fin,
tal como eras, como sigues siendo,
como serás ya siempre, mientras te ame.

Sunday, August 19, 2007

Continuo poniéndome nerviosa minutos antes de encontrarme contigo en cualquiera de nuestros lugares de siempre. Todavía tengo esa sensación como de vértigo o baile interior de mariposas cuando te quedas mirándome mucho rato seguido. Los tópicos se agolpan, las palabras no sirven y por eso no escribo. Practicamos juntos el exorcismo de todos mis fantasmas (te diré al oído el secreto para que no nos molesten más). Una vez encontraste una canción para mí y yo tiempo después te ragalé una estrella. ¿En cuántas ocasiones hemos marcado el punto final? Los punto-y-seguido junto a los punto-y-aparte se han rebelado, han reunido sus escuadras y han vencido, una vez más, al todopoderoso punto final.

Wednesday, April 25, 2007

PUNTO FINAL

"Cuando nos conocimos, ella me dijo: “Te doy el punto final. Es un punto muy valioso, no lo pierdas. Consérvalo, para usarlo en el momento oportuno. Es lo mejor que puedo darte y lo hago porque me mereces confianza. Espero que no me defraudes.” Durante mucho tiempo, tuve el punto final en el bolsillo. Mezclado con las monedas, las briznas de tabaco y los fósforos, se ensuciaba un poco; además, éramos tan felices que pensé que nunca habría de usarlo. Entonces compré un estuche seguro y allí lo guardé. Los días transcurrían venturosos, al abrigo de la desilusión y del tedio. Por la mañana nos despertábamos alegres, dichosos de estar juntos; cada jornada se abría como un vasto mundo desconocido, lleno de sorpresas a descubrir. Las cosas familiares dejaron de serlo, recobraron la perdida frescura, y otras, como los parques y los lagos, se volvieron acogedoras, maternales. Recorríamos las calles observando cosas que los demás no veían y los aromas, los colores, las luces, el tiempo y el espacio eran más intensos. Nuestra percepción se había agudizado, como bajo los efectos de una poderosa droga. Pero no estábamos ebrios, sino sutiles y serenos, dotados de una rara capacidad para armonizar con el mundo. Teníamos con nuestros sentidos una singular melodía que respetaba el orden del exterior, sin sujetarse a él.
Con la felicidad, olvidé el estuche, o lo perdí, inadvertidamente. No puedo saberlo. Ahora que la dicha terminó, no encuentro el punto final por ningún lado. Esto crea conflictos y rencores suplementarios. “¿ Dónde lo guardaste? – me pregunta ella, indignada -. ¿ Qué esperas para usarlo? No demores más, de lo contrario, todo lo anterior perderá belleza y sentido.” Busco en los armarios, en los abrigos, en los cajones, en el forro de los sillones, debajo de la mesa y de la cama. Pero el punto no está; tampoco el estuche. Mi búsqueda se ha vuelto tensa, obsesiva. Es posible que lo haya extraviado en alguno de nuestros momentos felices. No está en la sala, ni en el dormitorio, ni en la chimenea. ¿ El gato se lo habrá comido?.
Su ausencia aumenta nuestra desdicha de manera dolorosa. En tanto el punto no aparezca, estamos encadenados el uno al otro, y esos eslabones están hechos de rencor, apatía, vergüenza y odio. Debemos conformarnos con seguir así, desechando la posibilidad de una nueva vida. Nuestras noches son penosas, compartiendo la misma habitación, donde el resquemor tiene la estatura de una pared y asfixia, como un vapor malsano. Tiñe los muebles, los armarios, los libros dispersos por el suelo. Discutimos por cualquier cosa, aunque los dos sabemos que, en el fondo, se trata de la desaparición del punto, del cual ella me responsabiliza. Creo que a veces sospecha que en realidad lo tengo, escondido, para vengarme de ella. “ No debí confiar en ti – se reprocha -. Debí imaginar que me traicionarías.”
Era un estuche de plata, largo, de los que antiguamente se usaban para guardar rapé. Lo compré en un mercado de artículos viejos. Me pareció el lugar más adecuado para guardarlo. El punto estaba allí, redondo, minúsculo, bien acomodado. Pero pasaron tantos años. Es posible que se extraviara durante una mudanza, o quizás alguien lo robó, pensando que era valioso.
Luego de buscarlo en vano casi todo el día, me voy de casa, para no encontrar su mirada de reproche, su voz de odio. Toda nuestra felicidad anterior ha desaparecido, y sería inútil pensar que volverá. Pero tampoco podemos separarnos. Ese punto huidizo nos liga, nos ata, nos llena de rencor y de fastidio, va devorando uno a uno los días anteriores, los que fueron hermosos.
Sólo espero que en algún momento aparezca, por azar, extraviado en un bolsillo, confundido con los otros objetos. Entonces será un gordo, enlutado, sucio y polvoriento punto final, a destiempo, como el que colocan los escritores noveles. "
Cristina Peri Rossi

Qué lástima, los puntos finales... Abrir al azar un libro de cuentos y justo ir a dar con el más triste de todos...

Saturday, April 14, 2007

"Para cuando te marches,
tienes las llaves que abren mis puertas
Y por si las perdieras
dejaré siempre ventanas abiertas
Para cuando te quedes,
tengo en mi vientre un verano de estrellas
Con un mar que se mece
si tú respiras desde su arena"

Sunday, April 08, 2007

"Existe una cosa muy misteriosa, pero muy cotidiana. Todo el mundo participa de ella, todo el mundo la conoce, pero muy pocos se paran a pensar en ella. Casi todos se limitan a tomarla como viene, sin hacer preguntas. Esta cosa es el tiempo.
Hay calendarios y relojes para medirlo, pero eso significa poco, porque todos sabemos que, a veces, una hora puede parecernos una eternidad, y otra, en cambio, pasa en un instante; depende de lo que hagamos durante esa hora.
Porque el tiempo es vida. Y la vida reside en el corazón."

Sunday, April 01, 2007

Avenue St Ouen, París, 21.28h
Las calles de Montmartre en este primer día de abril son la puerta de entrada de esta primavera. Sentadas en las escaleras del Sacre Coeur, al ritmo de canciones conocidas y con el último sol de la tarde hemos decidido que nos vamos a volver a arriesgar las veces que convenga. Y en un rincón del bar de Amélie, me he sentido feliz.
Besos desde París:****